¿Qué son los FODMAP?
FODMAP significa oligo-, di-, monosacáridos y polioles fermentables. Estos carbohidratos de cadena corta son resistentes a la digestión. En lugar de ser absorbidos por el torrente sanguíneo, llegan al otro extremo del intestino, donde reside la mayoría de las bacterias intestinales.
Tus bacterias intestinales luego usan estos carbohidratos como combustible, produciendo gas hidrógeno y causando síntomas digestivos en personas sensibles. Los FODMAP también atraen líquido a tu intestino, lo que puede causar diarrea.
Aunque no todas las personas tienen sensibilidad a los FODMAP, es muy común entre las personas con síndrome del intestino irritable (SII)
Los FODMAP comunes incluyen:
- Fructosa: un azúcar simple que se encuentra en muchas frutas y verduras y que también constituye la estructura del azúcar de mesa y la mayoría de los azúcares agregados.
- Lactosa: un carbohidrato que se encuentra en productos lácteos como la leche.
- Fructanos: se encuentran en muchos alimentos, incluidos cereales como el trigo, la espelta, el centeno y la cebada.
- Galactanos: se encuentran en grandes cantidades en las legumbres
- Polioles: alcoholes de azúcar como xilitol, sorbitol, maltitol y manitol. Se encuentran en algunas frutas y verduras y, a menudo, se usan como edulcorantes.
¿Qué sucede cuando los comes?
La mayoría de los FODMAP pasan por la mayor parte de su intestino sin cambios. Son completamente resistentes a la digestión y se clasifican como fibra dietética.
Pero algunos carbohidratos funcionan como FODMAP solo en algunas personas. La sensibilidad general a estos carbohidratos también difiere entre las personas.
Cuando los FODMAP llegan al colon, las bacterias intestinales los fermentan y los utilizan como combustible. Lo mismo sucede cuando las fibras dietéticas alimentan a las bacterias intestinales amigables, lo que genera varios beneficios para la salud.
Sin embargo, las bacterias amigables tienden a producir metano, mientras que las bacterias que se alimentan de FODMAP producen hidrógeno, otro tipo de gas. Esto puede provocar gases, hinchazón, calambres estomacales, dolor y estreñimiento.
Muchos de estos síntomas son causados por la distensión del intestino, que también puede hacer que tu estómago se vea más grande.
Beneficios de una dieta baja en FODMAP
La dieta baja en FODMAP se ha estudiado principalmente en personas con SII. Este trastorno digestivo común incluye síntomas como:
- gas
- hinchazón
- calambres en el estómago
- diarrea
- constipación
El síndrome del intestino irritable (SII) no tiene una causa bien definida, pero es bien sabido que la dieta puede tener un efecto significativo. El estrés también puede ser un contribuyente importante.
Según algunas investigaciones anteriores, alrededor del 75 % de las personas con SII pueden beneficiarse de una dieta baja en FODMAP. (1, 2)
En muchos casos, experimentan reducciones importantes en los síntomas y mejoras impresionantes en la calidad de vida.
Una dieta baja en FODMAP también puede ser beneficiosa para otros trastornos gastrointestinales funcionales (FGID), un término que abarca varios problemas digestivos.
Si tienes intolerancias, los beneficios de una dieta baja en FODMAP pueden incluir:
- menos gas
- menos hinchazón
- menos diarrea
- menos estreñimiento
- menos dolor de estómago
También puede causar beneficios psicológicos positivos, ya que se sabe que estos trastornos digestivos causan estrés y están fuertemente relacionados con trastornos mentales como la ansiedad y la depresión
SI EXPERIMENTAS ALGUNO DE ESTOS SÍNTOMAS, ENTONCES UNA DIETA BAJA EN FODMAP PUEDE AYUDARTE:
- Síndrome del intestino permeable
- Sensibilidades alimentarias
- Dolor abdominal crónico
- Hinchazón
- Diarrea crónica o estreñimiento
- Síndrome del intestino irritable
- SIBO
- Intolerancia a la histamina
- Incapacidad para conciliar el sueño (debido a desequilibrios intestinales)
- Ansiedad
- Depresión
- Fibromialgia
- Dolor en las articulaciones
- Inflamación
- Dolores de cabeza
- Fatiga crónica
- Acidez estomacal y náuseas
OJO, este tipo de alimentación se debe de consumir por un máximo de 6 semanas. Después, con la ayuda de un profesional de la salud, hay que ir reintegrando alimentos y adaptar tu alimentación a tus necesidades. Programa una consulta si necesitas asesoría con una alimentación baja en FODMAP.